La palabra “evento” se define en nuestro idioma como un acontecimiento especial (fuera de lo común) que suele celebrar un grupo de personas por algún acto especial.
¿POR QUÉ NOS GUSTAN LOS EVENTOS?
Si nos dejamos llevar por esta definición, no suena extraño pensar que un evento pueda arrancar sentimientos en algunos de nosotros. El mejor ejemplo de ello son las bodas, donde se celebra algo muy especial y donde se da por hecho que todo debe ser perfecto.
Ahora toca preguntarse, ¿Qué tipo de emociones deben sentirse en una situación así? Pues estas varían desde la alegría, la emoción, los nervios…hasta el mismo llanto.
Y esto puede verse en las bodas, que son eventos de carácter personal, pero también en entregas de premios donde se homenajea a alguien por sus logros y donde, de algún modo, todos le reconocen su admiración por el trabajo bien hecho. Son cosas que hacen ilusión y que logran que se hable de un evento, que la gente sepa de él y se haga famoso (y también, que se reconozca la labor del organizador).
Pero claro, para que estos sentimientos salgan a la luz y quienes presencian el acto lo recuerden como debe ser, hace falta dar incentivos a las personas y hacerlas sentirse a gusto.
¿QUÉ HACE QUE UNA PERSONA SE EMOCIONE DURANTE UN EVENTO?
Desde el motivo para el evento, que puede ser profesional, personal, festivo, solidario… hasta los detalles y el mimo con que todo se prepara, los discursos que se dan durante el mismo y lo que pueden implicar para la vida de alguien ayudan a crear una imagen sobre él.
No es casualidad que algunos de los actos más famosos sean los que se dedican a recaudar fondos para una buena causa o los que buscan honrar a alguien en concreto.
Sin embargo, los eventos deportivos y las fiestas internacionales como las olimpiadas también mueven sentimientos y hacen que sus participantes se emocionen. Son ocasiones únicas e irrepetibles.
Ahí está la clave. Todos los eventos que luego ocupan un lugar en las personas tienen la particularidad de ser únicos para quienes los viven y no debe cometerse el error de creer que son cosas sin sentido, pues ninguno controlamos lo que nos importa, pero el organizador de este evento puede ayudar a que los homenajeados se sientan bien y quieran que más gente sienta lo que ellos han sentido.
PARA TERMINAR
La parte impredecible de esto es que, como cada uno gestiona las emociones de una forma, el efecto será mayor o menor dependiendo de cada uno. Es la parte de todo esto que no se puede controlar y que, al mismo tiempo, hace que todo sea emotivo de verdad.
¿Te ha gustado esta información y crees que podría servir para inspirarte en la organización de un evento importante para alguien? Es importante que los asistentes se sientan a gusto en cualquier festejo.
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